No son pocos los habitantes de edificios con servicios, ya que en pleno boom inmobiliario, en 2007, el 52% de las nuevas propiedades construidas fue catalogada como lujosa y suntuosa, según un informe de la Dirección General de Estadísticas y Censos del gobierno porteño. Para ser consideradas suntuosas, estas propiedades deben contar con salón de usos múltiples, pileta de natación y jardín.
"Todo esto hizo que los amenities se volvieran un requisito para las nuevas construcciones, por una cuestión de competencia. Un edificio levantado sin servicios compite en inferioridad de condiciones con el resto de la oferta. Por esa razón, muchos emprendedores incorporaron amenities hechos sólo para el catálogo publicitario, con pileta poco más grandes que una bañadera", aseguró Germán Gómez Picasso, director de la consultora Reporte Inmobiliario.
"Está más bien estructurado para la venta y no para que funcione como un servicio eficiente. Nosotros hemos tenido denuncias de compradores defraudados. Les mostraron un folleto muy lindo cuando el edificio se estaba construyendo, pero cuando les entregaron la unidad la realidad era otra. El gimnasio era una bicicleta fija hogareña y dos mancuernas y la piscina, más bien un jacuzzi", explica Osvaldo Loisi, presidente de la Liga de Consorcistas.
De todas formas, también en los edificios premium y con alta calidad de servicios, la tasa de utilización es reducida. La convivencia, la superposición en las reservas para el SUM y algunos espacios reducidos para la cantidad de habitantes hacen que sean pocos, y hasta mal vistos, los que los utilizan.
(Fuente: La Nación - Información general - 7/2/2012)
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