El edificio Otto Wolf se encuentra ubicado en la esquina de la Av.
Belgrano y Perú y fue mandado a construir por el empresario naviero y
cónsul austro-húngaro Nicolás Mihanovich y por el empresario Otto Wolf
para albergar la sede diplomática del imperio Autro-húngaro. El edificio
también fue llamado "La casa de la vieja virreina", aludiendo a la
casona que había existido en el lugar y que fuera adquirida en 1801 por el
octavo virrey del Río de la Plata Joaquín del Pino y Rozas para
albergar a su familia. Una de sus hijas vivía en las proximidades de esta casa en la calle Defensa 346/356, y fue esposa de Bernardino Rivadavia, primer presidente argentino.
Luego el edificio perteneció al padre del obispo Medrano, quien hizo
grabar su escudo de familia sobre la puerta principal y fue residencia
obispal de la ciudad de Buenos Aires, vivienda del ministro de Portugal
ante la Confederación y desde el 23 de mayo de 1878 sede del Montepío
Municipal, (antecesor del Banco Ciudad de Buenos Aires). A fines del
siglo XIX esa casa fue convertida en inquilinato.
Finalmente vino la venta en pública subasta en la cual Mihanovich
adquirió la casa en $ 60.000.- y la posterior demolición de las
construcciones existentes, y su reemplazo por el edificio Otto Wolf.
La delegación austrohúngara
tuvo allí su sede desde la inauguración del edificio hasta el derrumbe
del imperio austrohúngaro al finalizar la Primera Guerra Mundial.
El estilo arquitectónico del edificio ha sido ubicado en el Jugendstil,
la versión germana del art nouveau, pero también tiene rasgos
renacentistas, del neogótico y del eclecticismo.
Una excentricidad que viene
de los tiempos de la arquitectura griega consiste en reemplazar las
columnas por figuras humanas, reviviendo así a las cariátides, unas
mujeres que sostienen aparentemente sin esfuerzo el techo del pórtico
lateral de un templo llamado Erecteión, que está en la Acrópolis de
Atenas. Cuando esas figuras son masculinas se llaman atlantes. En este
edificio lucen ocho atlantes, tres sobre la calle Belgrano y cinco sobre
Perú, de cinco metros, en actitud de estar sosteniendo desde el segundo
piso el resto de la construcción. En el
fuste, hay unas esculturas de cóndores de 5 metros de altura y también
de otros ejemplares de la fauna local, tales como osos, loros, pingüinos
y lechuzas.
El edificio está rematado por dos bellas torres cupuladas, a partir del
séptimo piso, cada una con un depósito de agua disponible en caso de
incendio.
Este edificio se encuentra actualmente dividido en 56 unidades ocupadas por oficinas
comerciales y profesionales, principalmente estudios de arquitectura,
siendo su entrada por la calle Perú.
(fuente: blog Rincones, Historias y mitos de Buenos Aires)
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