Su propietario tenía obsesión por los leones y, por ese motivo, se hizo traer de África dos ejemplares, que se movían por los jardines de la mansión. Todavía hoy se pueden encontrar restos de jaulas y pasadizos en donde se albergaba a los felinos.
Una leyenda dice que en la fiesta de compromiso de su hija, uno de los leones quedó suelto o se escapó de su jaula y devoró a su pretendiente, el joven Juan Aristóbulo Pittamiglio. La muchacha, desolada, se suicidó a los pocos días.
Luego de la tragedia su padre se deshizo de los animales y construyó estatuas de leones que aún hoy se conservan en los jardines.
La silenciosa casona, luego del fallecimiento de su dueño en 1927, queda en manos de su hermana Eugenia y luego de su hijo Carlos Díaz Velez hasta 1930, época en que es vendida por su viuda a la Casa Cuna.
Actualmente, este edificio alberga a VITRA, (Fundación para Vivienda y Trabajo del Lisiado Grave), sede de la única escuela primaria y secundaria de toda la Argentina para discapacitados motores.
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