¡Felices fiestas!

Bar Bar O

Este bar porteño, en donde se respira el "arte", ostenta una placa que tiene impreso: "Lugar de encuentro de plásticos y personalidades de nuestra cultura".
En 1969, en la calle Reconquista -muy cerca de su ubicación actual, Tres Sargentos al 400- el plástico Luis F. Noé le daba inicio a la historia de este lugar: el Bar Bar O.
Noé, junto con Ernesto Deira, Macció y Jorge de la Vega, habían iniciado en 1961 una experiencia plástica conjunta en donde la falta de prejuicio era el ingrediente fundamental. La crítica los reconoció como "la Nueva Figuración". En este movimiento se recupera la figura humana, pero dándole formas muchas veces monstruosas o cadavéricas... libres.
De este grupo nació el bar origen de la nota, considerado como el primer pub de la Argentina.
Los vidrios de su fachada fueron pintados por Jorge de la Vega, quien dejó su impronta impresa en el lugar.

Este lugar no es sólo un lugar gastronómico sino que es un testimonio de Buenos Aires, de su arte y su historia.

Teatro Liceo

Es otro sitio de interés cultural. El texto de su placa dice: "Homenaje al teatro más antiguo de la ciudad, cuyo primer nombre fue El Dorado y por el cual desfilaron importantes artistas de la escena nacional".
Está ubicado en el barrio de Monserrat, en la Av. Rivadavia 1495, en la esquina de Rivadavia y Paraná.

Nació en 1872 con el nombre mencionado (por encargo del empresario francés M. Tourneville). Luego se llamó de diferentes formas: "Goldoni", por el dramaturgo italiano, Progreso, Moderno, Rivadavia hasta, finalmente, en 1918 adoptar su nombre actual.
En su escenario desfilaron obras como La verbena de la paloma, en donde actuó la destacada actriz Blanca Podestá o Las de Barranco (de Gregorio de Laferrere). Artistas más actuales que también pasaron por sus salas son Enrique Pinti y Luisa Vehil.
Todavía conserva restos de su arquitectura original.

Lo de Hansen

Este mítico y popular restaurante de Buenos Aires, en donde se escuchaba permanentemente música de tango, es otro de los lugares declarados "sitios de interés cultural" por el Gobierno de la Ciudad.
La placa dice: "aquí se reunían músicos, cantantes y bailarines de tango que contribuyeron a popularizarlo".
Este sitio funcionó entre 1877 (fue fundado por el alemán Juan Hansen, que lo dirigió hasta 1892, año en el cual falleció, pasando a manos de Anselmo Tarana) hasta 1912, año en que fue demolido. Se hallaba ubicado en la intersección de las Avenidas Figueroa Alcorta y Sarmiento, en la esquina opuesta al Planetario.
Por aquellos años estaba prohibido bailar el tango en los lugares públicos. Sin embargo, hay versiones contrapuestas que dicen que en este lugar sí se bailaba.
Las versiones cuentan, además, que el público que lo frecuentaba era de lo más variado, concurriendo por la mañana las madres con sus hijos a desayunar, luego los ciclistas y jinetes que paseaban por la zona y, finalmente, a la hora de la cena se acercaban los amantes del tango...
El lugar se hizo particularmente famoso cuando se expuso la película "Los muchachos de antes no usaban gomina", que hacía transcurrir parte de la historia en el lugar. Además, se cantaba:
¿Te acordás, hermano, la Rubia Mireya
que quité en lo de Hansen al guapo Rivera?
¡Casi me suicido una noche por ella,
y hoy es una pobre mendiga harapienta...!
¿Te acordás hermano, lo linda que era?
¡Se formaba rueda pa´verla bailar!
Cuando por la calle la veo tan vieja,
doy vuelta la cara y me pongo a llorar...
¿Historia real o mito? ¿Qué tanto hay de ficción? ¿Existió realmente la "rubia mireya"? (algunos dicen que sí).
¡Qué interesantes narraciones nos provee nuestra ciudad de Buenos Aires!

La Perla del Once

Es un bar ubicado en la Av. Rivadavia y Jujuy.
Emblemático. Histórico.
Lugar de reunión de la juventud rockera de los años 60. En su baño, Tanguito y Nebbia, compusieron "La balsa", tema que marcó una época.

Punto de escape también de la dictadura militar, la fuerza de esta cultura juvenil fue formándose y haciéndose un lugar importante en el escenario nacional.

El bar era el punto de referente para los encuentros. Desde allí los músicos iban a "La Cueva", lugar donde se escuchaba jazz. Cuando salían, a las 4 de la mañana, se juntaban nuevamente en la confitería, y entre medio de guitarreadas y amaneceres, se componían nuevas canciones.

Café de la Puerto Rico - San Telmo

En San Telmo, en la calle Alsina al 400, se encuentra la Puerto Rico café, creado en noviembre de 1887 por Gumersindo Cabedo quien lo llamó así en recuerdo a sus años pasados en ese país.
José Ingenieros, Paul Groussac, Arturo Capdevilla, José María Monner Sanz y Rafael Obligado frecuentaron sus mesas.
Durante muchos años fue uno de los lugares de reunión preferido por los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires. El pintor Willy Guzmán, el fotógrafo Alberto E. Lopez, el relojero Alberto Selvaggi, el arquitecto José María Peña y sus colaboradores del Museo de la Ciudad son otros tantos de sus clientes.
En sus mesas, se compuso el tango "Cadícamo".

En 1999, la Legislatura de la Ciudad declara a este café como "Sitio de interés cultural y Bar Notable", ya que es una de las tres casas más antiguas de la ciudad.
Con motivo de su centenario, Francisco Lacal Montenegro, habitué del lugar, compuso el siguiente tango:

Café de la Puerto Rico
testigo del que fue San Telmo virreinal
el tango que en tu honor dedico
es prenda de un ley
sentida de verdad

De tus mesas peregrinas
Capdevilla y Obligado,
y otras glorias del pasado
son laurel…
Pena que en tus noches
no se oyera
aquella voz que se llevó Gardel!---

Letra y Música Francisco Lacal Montenegro 1986

Edificios ausentes

Recova de la plaza: destinada al comercio, su construcción se inició en 1802. En 1883, el gobierno (por dificultades económicas), decidió rematarla y el intendente Torcuato de Alvear echó a los comerciantes y ordenó demolerla, transformando las dos plazas separadas en una sola: la Plaza de Mayo.

Teatro Coliseo: fue pensado originalmente como centro de espectáculos circenses. El diseño de su cubierta en hierro y vidrio, la capacidad de la sala de 2550 personas y su escenario de 19 m. de boca, le permitieron ser una de las salas con mayor acústica de la ciudad a principios del siglo XX.

Estación Central del Ferrocarril: construida en bloques en chapa, hierro y madera, la terminal fue importada totalmente de Inglaterra. Fue construida en 1870 y ubicada sobre el Paseo de Julio (actual Leandro N. Alem) y la desembocadura de la calle Mitre. Un incendio la destruyó totalmente en febrero de 1897.

Palacio Miró: la residencia del matrimonio italiano Miró-Dorrego fue construida en 1867 por los arquitectos Canale sobre la calle Viamonte, frente a la que luego sería la Plaza Lavalle. Su estilo era palaciego, con dos niveles, galerías perimetrales y mirador. Fue demolido en 1937, con motivo de la ampliación de la Plaza Lavalle.



Fuente: Arquitecturas Ausentes.
Obras notables demolidas en la ciudad de Buenos Aires.
Autores: Ramón Gutiérrez, Patricia Méndez y Marcelo Kohan.

La casa de los Leones - Montes de Oca al 100 - Barracas

Perteneciente desde 1880 a Eustaquio Díaz Velez, hijo del general del mismo nombre, prócer que luchó contra Rosas.
Su propietario tenía obsesión por los leones y, por ese motivo, se hizo traer de África dos ejemplares, que se movían por los jardines de la mansión. Todavía hoy se pueden encontrar restos de jaulas y pasadizos en donde se albergaba a los felinos.
Una leyenda dice que en la fiesta de compromiso de su hija, uno de los leones quedó suelto o se escapó de su jaula y devoró a su pretendiente, el joven Juan Aristóbulo Pittamiglio. La muchacha, desolada, se suicidó a los pocos días.
Luego de la tragedia su padre se deshizo de los animales y construyó estatuas de leones que aún hoy se conservan en los jardines.

La silenciosa casona, luego del fallecimiento de su dueño en 1927, queda en manos de su hermana Eugenia y luego de su hijo Carlos Díaz Velez hasta 1930, época en que es vendida por su viuda a la Casa Cuna.
Actualmente, este edificio alberga a VITRA, (Fundación para Vivienda y Trabajo del Lisiado Grave), sede de la única escuela primaria y secundaria de toda la Argentina para discapacitados motores.

Fin de la peatonal Florida

Hermosa vista de la Peatonal Florida, en su final, abandonada en lo que parece ser un amanecer soleado... Dentro de poco rato podremos verla repleta de personas en su diario quehacer.
Foto del álbum de Rincones historias y mitos de Buenos Aires.

Propuesta de financiación hipotecaria

http://articulos.inmuebles.clarin.com/?p=1208

Por qué elegir una inmobiliaria al momento de comprar o vender una propiedad?

Son muchísimas las causas por las cuales conviene consultar con una inmobiliaria al momento de realizar una operación con inmuebles.

Para la persona que compra la propiedad, es importante tener un asesoramiento adecuado de tal manera de poder tomar decisiones correctas.

          Obtendrá mejores ofertas, avaladas por la experiencia de los profesionales que realizaron la tarea de tasación, obteniendo un precio que no es el estimado por sus dueños, en donde prevalece, muchas veces, el sentimiento y el amor hacia la propiedad.

           Podrá resolver la mudanza en menos tiempo, ya que visita sólo aquellas propiedades que, de acuerdo a sus requerimientos, pre selecciona el corredor inmobiliario.

           Disfrutará del proceso de compra, sabiendo que está todo enmarcado en la legalidad (tanto los involucrados como la transacción en sí misma).

            Evitará el proceso de negociación, desgastante por lo general, centrándose en las relaciones objetivas y sin involucrar de ninguna manera sentimientos personales, que pueden entorpecer la operación.

         

El vendedor, por otra parte, tendrá también sus beneficios, a saber:

             Contará con la seguridad de saber quiénes son los visitantes a su inmueble, ya que los mismos serán tratados y seleccionados anteriormente por el corredor.

              Por otra parte y, justamente, gracias a lo mencionado, no perderá el tiempo con cualquiera, sino que le dedicará atención solamente a los verdaderamente interesados. 
              Se beneficiará con distintas formas de publicidad, desde el cartel a la calle o el aviso en el diario o en Internet, hasta la tecnología de intercambio de información realizada a través de redes.
              Evitará, de la misma forma que el comprador, la dificultad que implica la negociación entre las partes.
              El propietario recibirá, todo el tiempo, noticias pertinentes al mercado en general y a su propiedad en particular.

Otros beneficios son (para los propietarios) son: manejar de forma segura las garantías de contratos y convenios, resolver adecuadamente los requerimientos de sellados y otros aspectos legales, contar con la administración de sus propiedades y el control y/o pago de impuestos y servicios, encontrar inquilinos adecuados, etc.

           

Las estadísticas indican, además, que más del 90% de las operaciones se realizan con la intervención de una inmobiliaria, lo cual nos está indicando una tendencia que tiene, evidentemente, sus razones.

Por todo esto y mucho más, realizar sus operaciones a través de una inmobiliaria es la forma más fácil y segura de obtener los máximos beneficios de un proceso transparente que consolide su completa satisfacción.

Feliz día de la madre!

Edificio Kavannagh

                                    Ubicación geográfica: Florida 1065, frente a Plaza San Martín, en el barrio de Retiro, de C.A.B.A.

                                     Fue inaugurado el 3 de enero de 1936.

Autores: Gregorio Sanchez & Ernesto Lagos & Luis María de la Torre.

            Corina Kavanagh fue quien encargó la construcción y su propietaria.

          Fue, en su momento, el edificio de hormigón armado más alto de Sudamérica, y el único que tenía equipo de aire acondicionado. Su construcción escalonada dio lugar a terrazas jardín.-

Palacio Barolo



Vistas exteriores del Palacio



Ubicación geográfica: Avda. de Mayo 1370 y Victoria (hoy Hipólito Irigoyen).-

Ubicación temporal: su construcción comenzó en 1919 y se concluyó en 1923.-

Autor: Arq. Mario Palanti (1885 – 1979).-

Luis Barolo, progresista y poderoso productor agropecuario, llegó a la Argentina en 1890. Instaló las primeras hilanderías de lana peinada e inicia los primeros cultivos de algodón en Chaco.

En el Centenario de la Revolución de Mayo conoció al arquitecto Mario Palanti a quien contrató para realizar el proyecto del edificio que tenía en mente. Éste se convertiría en un edificio para rentas.

Inicialmente, sin embargo, se construyó inspirado en la Divina Comedia, escrita por Dante Alighieri, ya que en un futuro podía llegar a ser el receptáculo de sus cenizas.