La 
plaza ubicada en la av. Sarmiento y av. Libertador frente al zoológico, 
donde se encontraba la quinta de don Juan Manuel de Rosas, guarda una 
serie de datos que refieren a la historia de la batalla de Caseros
En los lagos de Palermo, se 
encuentra la plaza Sicilia, un amplio espacio verde circundado 
por las avenidas Libertador, Sarmiento, Berro y Casares; allí está 
ubicado también el Jardín Japonés.
En la plaza hay una 
estatua peculiar, la de caperucita roja, realizada por un 
escultor francés. Hay pocos monumentos que evoquen el cuento infantil.
Además, en aquella plaza se encontraba hace más de 150
 años la quinta del gobernador de Buenos Aires don Juan Manuel de Rosas.
La quinta de Rosas poseía una
 casa amplia, con un gran patio central y galerías con muchas columnas 
en el exterior. La extensión de los parques era de varias hectáreas; 
dentro de lo que era su terreno se encuentran el jardín botánico, el 
zoológico, la rural y los lagos de Palermo.
Juan Manuel de Rosas, conocido como el restaurador de las leyes, fue 
una figura polémica por su forma de ejercer su gobierno y cosechó 
enemigos a los largo de su mandato, la mayoría de ellos se encontraban 
exiliados en Chile o Uruguay. Sin embargo la providencia hizo que el 
enemigo que lo iba a derrotar surgiera de las líneas federales, en las cuales el gobernador era el líder y caudillo máximo.
En el año 1852 algunos 
caudillos federales del interior del país no estaban conformes con las 
últimas decisiones políticas que el gobernador de Buenos Aires había 
tomado, los exiliados liberales aprovecharon la situación para unirse a 
ellos, y buscar que brasileros y uruguayos se unieran con el objetivo 
común de sacar del gobierno a Rosas.
Fue así que se gestó la 
formación de un ejército conformado por entrerrianos, uruguayos y 
algunos brasileros para combatir a los ejércitos de rosistas. El 3 de 
febrero de 1852 se realizó la 
batalla de Caseros en la que finalmente Rosas fue derrotado.
En la batalla de Caseros 
surgieron dos enemigos claros que salieron victoriosos: uno de ellos era el caudillo entrerriano Justo José de Urquiza que 
se iba a hacer cargo de Buenos Aires como jefe de la Confederación 
argentina. El otro, era Domingo Faustino Sarmiento. Ambos fueron 
presidentes de la República y dejaron huella en la plaza Sicilia.
Una de las primeras medidas 
de gobierno que tomó Urquiza luego de la victoria de la batalla de 
Caseros fue la expropiación de los bienes de Rosas, entre ellos figuraba
 la quinta de Palermo. En esa casa se instaló por muchos años el 
batallón y el arsenal del ejército argentino.
El presidente de la Nación Domingo Sarmiento crea 
el Zoológico y el Jardín Botánico, como así también, le encomienda al 
paisajista Carlos Thays el diseño de los bosques de Palermo. Hasta allí 
todo es normal, sin embargo el nombre que le pusieron a todo ese 
complejo es por lo menos sugestivo. El presidente denominó todo ese 
complejo como “Parque tres de febrero”, fecha de la batalla en que se derrota al caudillo.
 Además, el 3 de febrero de 1899 se decidió derribar la casa de la quinta para 
hacer un parque público. La avenida principal
 que cruza lo que fue la quinta de Rosas es la avenida 
Sarmiento.
   Sobre la av. Sarmiento en la 
intersección con la av. Figueroa Alcorta se levantó un monumento 
imponente homenajeando a Urquiza, el caudillo que derrotó a Rosas en la 
batalla de Caseros. Si se presta atención la estatua, se lo ve al 
entrerriano contemplativo y su caballo en dirección al centro de la 
ciudad, dirigiendo su mirada hacia
 la quinta, como si estuviera observando las tierras privadas del 
derrotado.
En el lugar donde se encontraba ubicado el solar del dormitorio de Rosas –queda en la esquina de la av. Libertador y la av. 
Sarmiento- se instaló un monumento cuyo autor es Rodín, que, casualmente, corresponde a Sarmiento. 
Esa última coincidencia es la
 que despierta la idea de que hubo suspicacias en la 
planificación de la creación de la plaza Sicilia.
Así quedó la plaza donde 
estuvo ubicada la quinta de Rosas, con una avenida y monumentos que 
evocan a sus enemigos y con el nombre que homenajea la fecha en que se 
dio la batalla final que terminó con su gobierno.
Tiempo después, en la transición del gobierno entre Menem y de la Rúa, se erigió un
 monumento a Juan Manuel de Rosas en la esquina de enfrente en diagonal 
al monumento de Sarmiento.
(fuente: rincones, historias y mitos de Buenos Aires - Wenceslao Wernicke).
 


 
 

 
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